Opinión
De administradores a mercaderes de los servicios públicos
Decisiones.- El Gobierno de Ocotlán ha visto en la concesión de algunos servicios públicos estratégicos la forma más cómoda de resolver su administración, tarea para la que fueron elegidos y que les ha resultado muy complicada.
Primero fueron los parquímetros, decisión que más que ordenar la vialidad, fue recaudatoria dejando con ello un negocio en manos de particulares y, por otra parte, recientemente se concesionó la cobranza de las contribuciones de Predial y Agua Potable a un despacho externo, labor que debería realizar la Jefatura de Apremios.
Con lo anterior, entre un 23 y un 28 por ciento del total de lo que por estos conceptos se ingrese se deberá pagar a la empresa particular por efectuar el cobro extrajudicial a partir del séptimo mes del siguiente año a los contribuyentes morosos. De no ser porque el Comité de Adquisiciones no estuvo de acuerdo, el cobro se estaría efectuando por medio de dicho despacho desde el inicio del 2018.
En otro rubro, la deficiente prestación del servicio de Alumbrado Público, pero sobre todo la muy notoria incapacidad para resolver tal situación, así como la mínima inversión (500 mil pesos que se destinarán de los 36 millones de pesos que solicitó como parte de un préstamo el Gobierno municipal) podrían tener un trasfondo maquiavélico que es generar un ambiente problemático en torno a esta área para después “proponer la privatización como la solución más viable”.
Dejar en manos de empresas privadas lo que deben hacer y hacerlo bien los servidores públicos no solo es algo inaceptable pues para eso fueron electos y se les paga con dinero del pueblo, sino que también implica una merma al erario público ya que se comparten el presupuesto municipal y lo que es más grave aún: propicia posibles actos de corrupción al otorgarlos con favoritismos y prebendas a los particulares beneficiados.
Semanas atrás en torno a Aseo Público se comenzaba a cabildear la posibilidad de concesionar la recolección y el manejo de la basura en el vertedero, como respuesta también a la notoria deficiencia que desde octubre del año 2015 se ha reflejado con la llegada del actual gobierno.
Al anunciar esta semana que pretende reelegirse el primer edil Paulo Gabriel Hernández, es importante que en su próxima campaña proselitista como candidato explique las razones por las que no ha logrado una adecuada prestación de estos servicios, como sus aparentes intenciones de privatizarlos en caso de que fuera reelecto.
Por sentido común sabemos los ciudadanos que los funcionarios son electos para administrar un municipio y no para que deleguen esta importante responsabilidad a la iniciativa privada, como si entonces su tarea se limitara solo a cobrar onerosos sueldos a través de los directores y jefes de las dependencias que se encargan de la realización de los servicios públicos en el municipio.
En tiempos proselitistas los candidatos muestran su plataforma electoral y en ella incluyen las políticas públicas mediante las cuales proponen impulsar el desarrollo municipal en todas las áreas y si estas plataformas son solo un requisito legal a cubrir y lo que en verdad algunos harán es “vender al mejor postor” el manejo de las distintas dependencias municipales entonces, ¿para qué pretenden ser electos presidente y regidores aparte de solo para cobrar cuantiosas sumas de sueldos?
Postularse para gobernar Ocotlán no es igual a postularse para ser un buen vendedor o concesionar los servicios. Gobernar exige capacidad y conocimiento del servicio público no solo en los integrantes del Ayuntamiento, sino en directores, coordinadores y jefes de dependencia. Ojalá lo tomen en cuenta los próximos candidatos, pero sobre todo lo tome en cuenta el elector en las urnas.