Opinión

El agua: El reto de la década

Parte II.

Decisiones.- Es triste observar y vivir cómo se convierte cada vez más una vida humana en un pasaje efímero. Y ante esta realidad provoca una depresión que lo convierte más aún un panorama totalmente azul. No parece pintar (por lo menos en el corto plazo) un bosquejo que genere confianza, seguridad sanitaria y tranquilidad para la población ante el fallido control de la pandemia. Claramente no se dominó y, como en mis anteriores opiniones hice enérgicamente mención, ciudadanía y gobierno no han asumido su responsabilidad del todo.

En otro aspecto, es claro que como se acelera la pandemia, aceleran otros procesos como la digitalización de los negocios, la migración y adaptación de las personas a tecnologías de la información…pero también, al alto consumo de agua registrado en el 2020. En los últimos tres años, Ocotlán ha tenido que buscar distintas opciones para garantizar el liquido vital como derecho humano. Este recurso ha sido claramente explotado, muestra de ello es el agotamiento de dos pozos en el 2017 de acuerdo con la investigación “in situ” realizada. 

El pozo No. 1 de Hidalgo, ubicado sobre el malecón entre calles Morelos e Hidalgo, no cuenta con agua (y a un lado del río, que ironía). Seguido del pozo ubicado sobre Carretera Ocotlán – Tototlán y Delgadillo Araujo. Lo curioso del caso es el momento que se planea perforar un pozo para obtener el agua. Veamos porque, al momento que se perfora dicho pozo se toma previo a ello muestras para conocer la calidad del agua en qué estado se encuentra.

Existe, dentro del municipio, algunos mantos acuíferos que presentan ciertos metales pesados y químicos (producto de la contaminación y uso de pesticidas en la agricultura), que han acumulado a lo largo del tiempo el territorio ocotlense, sumado a las lluvias que filtren las sustancias a los subsuelos y generen riesgos a la población. Se vio el caso con la extinta Celanese de Ocotlán, que en su continuo proceso de manufactura generaban residuos que afectaban la salud de la población cercana a esta instalación. En su momento la colonia El Potrero presentaban casos de enfermedades gástricas en adultos e infantes, además de otros padecimientos como respiratorios.  

Entre que se contamina el recurso y se agota, también está la falta de urgencia de corregir fallas del mismo sistema de agua ocotlense. Durante el verano del 2020, donde anualmente cada vez más se presentan altas temperaturas en la región, su demanda se incrementa y su disponibilidad se escasea. Aunque parezca broma, el pozo ubicado en Ramon Corona entre calles Moctezuma y Av. Universidad 2000 tuvo una fuga de agua ¡por más de 60 días! Dicho liquido se fue vertiendo sobre las calles sin que se realizará una acción correctiva inmediata.

Haciendo un ejercicio matemático exprés, para dimensionar esta situación del pozo mencionado, en una hora se estimó que se vertió agua a las calles en esa temporada 10 litros. En un día fueron 240 litros y durante los días fueron en total 14,400 litros tirados. Solo por no atender con pronta rapidez el estado del pozo. Y así el resto de los demás pozos que presentan sus particularidades y necesidades de las personas cercanas a estos. Como en Riveras de Zula que en varias casas no contaban, en ocasiones, ni con una gota de agua.

Es claro que el agua ya es una cuestión delicada de tratar, y más aún con la pandemia. Cabe señalar que, dentro de este contexto, algunas organizaciones universitarias del globo han estipulado nuevas “mega tendencias” muy interesantes que llaman la atención a poner nuestros esfuerzos por solucionar con eficacia y cabalidad. La mega tendencia ha sido catalogada como “Recursos escasos” en donde el agua será un recurso en peligro. Muchas ciudades estarán constantemente en un estado de escasez de agua y sequía.

Jalisco no será la excepción. Aunque el mes pasado haya anunciado el gobernador una planta tratadora de agua en Poncitlán para atender el alto nivel de contaminación dentro del municipio y sus efectos en la población, queda todavía pendiente un foco alarmante. Como lo han dicho varios medios internacionales, tenemos un Chernobyl latente y paulatino fluyendo en las aguas que afecta a un gran número de personas. Dicho flujo es el río Santiago, un Chernobyl en cámara lenta que emite grandes niveles de radiación, contaminación y constituye dentro del cuerpo liquido metales pesados y elementos radiactivos.

Se debe que tomar acción desde cualquier trinchera posible que permita poner en la mesa de que forma se podrá atender estos escenarios en la región y alineadas a una comunidad sostenible que permita tener futuro. Hemos vistos los estragos y tristezas que se ha originado la pandemia colocándonos en una situación de crisis social, económica y sanitaria. Estas tres convergerán en otras que hemos resentido como la educativa. El cuestionamiento aquí sería entonces ¿Cómo atender el reto venidero del líquido vital si aún no logramos atender de manera correcta el reto pandémico?

 

Este contenido es ajeno a Decisiones y es responsabilidad del autor

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Ulrich Castro Becerra

Ulrich Castro es consultor en Planeación Estratégica y actualmente estudiante en Ciencia de Datos (Big Data). Ingeniero Industrial y de Sistemas por el ITESM Campus Guadalajara, Green Belt por Arizona State University, Black Belt por el Lean Six Sigma Institute, especialista en Logística Internacional y Planeación de la Demanda.

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