Opinión
¿Desaparición del INE?
Decisiones.- El Instituto Nacional Electoral (INE), con todo y su Consejo General, es un organismo público autónomo y autoridad máxima en materia electoral que se rige bajo los principios de objetividad, independencia, máxima publicidad, certeza e imparcialidad y que además de llevar a cabo las elecciones, realiza actividades que van desde la emisión de la credencial para votar, hasta la capacitación y educación cívica de la población.
Lo anterior viene a colación porque han surgido voces de una “posible desaparición” de los órganos autónomos, incluido el INE. Se argumenta -falazmente- que existe una duplicidad de funciones con algunas secretarías de Estado y que aparte, son extremadamente costosos para el erario público. A lo que podemos afirmar que los organismos autónomos como lo son el INE, INAI, INEGI realizan funciones especializadas que ninguno de los Poderes de la Federación puede efectuar, es decir, sus funciones no son legislativas, judiciales ni mucho menos ejecutivas; son decisiones técnicas que, por su autonomía resolutiva, los alejan del vasallaje político, la órbita del chantaje y la genuflexión a la estructura.
Para ciertos señoritingos, esto es un “sacrilegio” y más cuando se pretende implementar la “afiliación efectiva” para evitar que los partidos políticos sobrepasen el tope de los ocho puntos de sobrerrepresentación que marca la Constitución y evitar mayorías artificiales, falsas. Con ello se debe dejar claro que el INE no está modificando la Ley ni el porcentaje que señala la Carta Magna ni tampoco está fuera de tiempo. Situación que incomoda a varios que dicen que “el INE obedece al viejo régimen”; pero se les olvida que es el mismo INE que negó el registro a “México Libre” encabezado por Margarita Zavala -esposa del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa-. El chiste se cuenta solo.
Sumado a lo anterior, debemos subrayar que dentro de las atribuciones del Instituto está la de fiscalización de ingresos y egresos de los partidos y candidatos por eso ha llevado a cabo investigaciones de los casos Odebrecht y Pío López Obrador, -con el fin saber quiénes financian campañas o rinden gabelas a causas partidistas- situación que todavía no está resuelta bajo la etiqueta de secreto ministerial. ¡Qué cosas!
La suma de “supuestos agravios” que le imputan al INE crece porque se le acaba de retirar el registro como candidato a la gubernatura de Guerrero al senador con licencia José Félix Salgado Macedonio, por no comprobar gastos de campaña y no por las denuncias que corren en su contra.
Ahora bien, si el “tiro está cantado” contra Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, “no se puede tirar al niño con el agua sucia”. El INE es un organismo que pertenece a los ciudadanos y mucho ha costado la democracia para suponer que todo está mal en esa estructura. Además, este Instituto validó y legitimó el actual régimen que nos gobierna.
Lo que es innegable es que el tiempo corre y a nadie conviene iniciar un proceso electoral con un “árbitro cansado” falto de confianza y más cuando las elecciones del 2021 son las más grandes y complejas que han existido en la historia del país. Así las cosas.