Opinión

Libertad de expresión o desvío de atención

La participación civil siempre debe ser reconocida, alentada y protegida. El llamado a participar en este sano ejercicio cívico siempre será válido. Lo interesante es analizar el objetivo de la participación social, por ejemplo, una marcha. Es importante buscar conocer quién convoca, por qué lo hace, y qué ha hecho anteriormente ante situaciones similares. La libertad de expresión deja de serlo cuando es manipulada, utilizando en mayor medida los recursos públicos, es decir, la victima patrocina sus perjuicios.

El caso de la marcha llamada “Vibra México” puede ser cuidadosamente analizado en su contexto promocional y encontrar diversas circunstancias que arrojan luz sobre intervención de grupos fácticos y oficiales tradicionalmente vinculados con menoscabo a los intereses nacionales. La manifestación por sí misma es un ejercicio válido, legítimo, aunque dudo que efectivo, dado el lugar del personaje que motivó dicha protesta. Lo que debe ocuparnos es el análisis profundo del porqué es ahora y en esto que han decidido sumarse actores sociales que permanecieron silenciados, e incluso algunos adversos, a las protestas en contra de los sistemáticos actos perjudiciales para nuestra sociedad.

Resulta extraño que algunas empresas de comunicación de talla nacional, o en Jalisco, prestigiosos centros de universalidad, se lancen a convocar a la ciudadanía, e incluso, realicen excitativas a sus integrantes, principalmente al alumnado, para que participe en la manifestación en contra del presidente que ha determinado apostar por un nacionalismo, insano, extremista, cuestionable, sí, pero lo hace en el ejercicio de su potestad y soberanía delegada oficialmente por los ciudadanos de la nación que gobierna.

La extrañeza originada en la participación de comunicadores y educadores, principalmente, deriva de las posturas que tomaron ante similares ejercicios ciudadanos emprendidos en contra de decisiones tomadas por aquellos elegidos, directa o indirectamente, para protegerlos, como fueron las reformas educativa, laboral, fiscal, energética, etc., o las graves violaciones a los derechos humanos Ayotzinapa, Tanhuato, Tlatlaya, Apatzingán, entre muchas más, no se solidarizaron, incluso ensuciaron y desvirtuaron a las víctimas y sus historias.

También recordemos, pese a la corta memoria social, que ante las manifestaciones ciudadanas emprendidas contra el incremento al costo de los combustibles, los actores sociales aludidos prefirieron dirigir sus recursos, todos públicos, unos otorgados en concesión de recursos y herramientas de la nación, otros disponiendo del presupuesto pagado con el erario, en ponderar los supuestos actos vandálicos cometidos en contra de empresas, que cabe señalar la mayoría de los establecimientos afectados están domiciliados en el Estado de México, esto para dejar en segundo plano las nutridas protestas ciudadanas, en diversas ciudades del país, en las que se expresaba el hartazgo de los abusos del poder público en perjuicio de la sociedad.

Y qué decir del Poder Ejecutivo Federal, que sutilmente trata de obtener raja de esta “libertad de expresión” y trasladar el descontento, enojo y frustración social, ocasionado por sus acciones y omisiones, a un presidente extranjero, que nos afectará lo más que pueda hacerlo, sin duda, cosa que no le será difícil si no encuentra una contraparte que en el cumplimiento de sus obligaciones constitucionales vele por el interés de los habitantes de esta nuestra nación a quienes juró tutelar. Como muestra del doble discurso que ha tenido el Gobierno de la República, basta saber que nuestro secretario de Relaciones Exteriores, pagado con nuestro dinero, al parecer realiza la función de secretario del Donald Trump, pues según un reportaje publicado por el portal periodístico El Financiero Bloomberg, en el que cita a CBS News, Luis Videgaray habría matizado el discurso del presidente norteamericano, referente al decreto ejecutivo sobre la construcción del muro.

Entonces, por un lado, a través de voceros oficiales se convoca una marcha en contra de un personaje al que se doblegan los representantes de nuestra soberanía, pues tampoco podemos dejar de lado el diálogo sostenido entre nuestro presidente y el norteamericano a nuestras espaldas, fiel a su naturaleza actuando en la oscuridad. Quizá sean suposiciones originadas en la índole de nuestra cúpula gobernante, aferrada a sus privilegios, ¿conjeturas mal logradas? quizá, pero en política hay un refrán que en México debe ser una máxima: “piensa mal y acertarás”.

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José Enrique Cervantes Soto

Abogado egresado de la Universidad de Guadalajara, con Mención Honorifica. *Socio Fundador del Colegio de Abogados del Sistema de Métodos Alternos y Justicia Restaurativa del Estado de Jalisco A.C. *Socio Fundador del Despacho Cervantes-Jiménez *Director del Centro Privado de Métodos Alternos número 70 del Estado de Jalisco *Colaborador en el programa Doing Business en México 2016 del Banco Mundial *Abogado postulante en Notaria 1 Ocotlán. Jalisco.

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