Opinión
La participación política de la mujer, escenario de cambio

1953, un año histórico para las mujer en México, por primera vez su voto estaría presente en las urnas y éste contaría de la misma manera que el de un hombre al momento de decidir las elecciones federales. Sin embargo, no todo ha sido sencillo, precedentemente a dicho logro, la mujer era considerada un “ciudadano de segunda,” un individuo sin voz y sin los derechos suficientes para intervenir e incidir en la vida pública.
Es importante mencionar que la sociedad ha sido dura con las mujeres, a lo largo del tiempo sólo se les asignaba la responsabilidad de la educación, formación y atención de su familia, así como también el cumplimiento total de las tareas de la cocina y la limpieza. Este patrón fue comunicado generación tras generación, perpetuando la idea de que el hombre era superior a la mujer y que ésta era sólo apta para las actividades del hogar.
Lo anterior, justificaba indebidamente para muchos, el que las mujeres no tuvieran una participación política y social activa, pues para ellos, la principal función de la mujer era exclusivamente la crianza de buenos ciudadanos, apartándola de la posibilidad de estudiar y ejercer una profesión, dado que se creía que si éstas ocupaban su tiempo en otras actividades, los ciudadanos en formación estarían mal educados y entonces ¿qué sería de un país sin la presencia de buenos ciudadanos?
Cansadas, las mujeres comenzaron a reclamar los espacios que les fueron negados como consecuencia de factores genéticos y culturales, dicho de otra manera, estaban marginadas sólo por el hecho de ser mujeres y por el rol que se les había asignado. Así, las mujeres fueron ganando pequeñas batallas en el terreno de la institucionalidad, consiguiendo de esta manera el reconocimiento de sus derechos políticos, civiles y sociales.
Hoy podemos decir que existen importantes avances para que las mujeres puedan participar en política, por ejemplo, previo a la Reforma Electoral del 2013-2014, no existía el término de paridad de género en el registro de las candidaturas a diputados federales y locales, y tampoco se obligaba que las planillas de munícipes estuvieran integradas de forma escalonada entre hombre y mujer.
Antes, se había conseguido que las mujeres tuvieran una cuota en la integración de las candidaturas, hoy es una realidad la paridad vertical que obligará a los partidos para que en la elección de 2018 atiendan la paridad horizontal, es decir, la mitad de las planillas para presidentes municipales que postulen las tendrán que encabezar mujeres. También ha quedado atrás la posibilidad de que sólo se utilice a las mujeres para ponerlas como titulares de los cargos de elección acompañándolas con suplentes hombres y una vez tomada la protesta las hacían renunciar para que los hombres ocuparan la titularidad del cargo. Otro aspecto que tendrá que quedar atrás, es que se les asignen municipios o distritos que no tienen posibilidades de triunfo para el partido, se deberá incluir a las mujeres candidatas en demarcaciones en las que sus partidos sean competitivos.
En el estado de Jalisco, como medida para asegurar la paridad de género y conocer sobre el estado actual de la participación política de las mujeres, se creó en abril del 2016 el Observatorio de la Participación Política de las Mujeres, por conducto del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Jalisco (IEPC), el Instituto Jalisciense de las Mujeres (IJM) y el Tribunal Electoral de Jalisco (TEEJ), con el que se busca realizar análisis respecto a la situación que vive la mujer como actor político, para con ello detectar las barreras, abusos o en su caso actos de violencia política que éstas pudieran llegar a sufrir y sobre todo, compartir estrategias de prevención, así como de mejoramiento de sus condiciones, y con ello, promover la incorporación de un mayor número de mujeres a la política y a la vida pública.
México es un país democrático aún en construcción, sólo cuando las mujeres puedan ejercer plenamente los mismos derechos y obligaciones con los que cuentan los hombres, estaremos hablando de una democracia consolidada.