Opinión
[Opinión] La estructura de la administración pública municipal y sus nuevos retos
I
Las principales ciudades de Jalisco tuvieron cambio de estafeta en la dirección de los asuntos públicos. Es por todos conocido que en ciudades como Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque, Zapotlán el Grande y Ocotlán aconteció relevo partidista en la administración municipal y el Congreso del Estado, lo que sugiere una renovación y frescura en la toma de decisiones en los asuntos políticos. En este sentido, el partido Movimiento Ciudadano tiene una gran obligación al haberse impuesto en las principales urbes de Jalisco, pues el movimiento político encabezado por Enrique Alfaro generó amplia simpatía y esperanza en el Estado logrando, por sí mismo y gracias –entre muchas otras cosas y situaciones- a su imagen combativa, la victoria en las principales ciudades de nuestro Estado en torno al hartazgo de las administraciones encabezadas por el PRI.
Es por todos conocido que Enrique Alfaro es el líder de MC en Jalisco –además de Presidente municipal de Guadalajara- y, además, virtual y casi candidato a la gubernatura del Estado la elección entrante en oposición al PRI. De este modo es de suponer que los esfuerzos políticos y la imagen que representará a Alfaro será la actividad que en estos tres años realizarán las administraciones municipales para costear y apuntalar el marketing de Alfaro de frente a la siguiente elección.
En este contexto y de un análisis entre los primeros días de Gobierno de las administraciones de MC en las ciudades mencionadas, sus acciones y el actuar del Gobierno Municipal de Guadalajara dilucido y relaciono una principal condición que será la pauta rectora en los siguientes tres años. El Gobierno corporativo. Sin dudas, las decisiones en política pública surgirán en el Palacio Municipal de Guadalajara y se replicarán en los demás municipios como ha sucedido en los primeros días de los gobiernos emanados de MC.
Así las cosas y asumiendo que Alfaro tendrá un importantísimo coto de poder en el Congreso del Estado y en los principales municipios de Jalisco, debe reflexionarse concienzudamente los alcances que el Gobierno Corporativo de Guadalajara tendrá –para bien y para mal- en el interior de nuestra entidad.
II
Por Gobierno Corporativo entiendo la organización de la administración pública en torno a un grupo de personas que toman las principales decisiones –en este caso Guadalajara- y éstas son trasladadas y replicadas en otras administraciones satélites, que se mueven y actúan de conformidad a lo dictado por los jefes del Gobierno Corporativo. En este sentido, el Gobierno Corporativo de MC en Guadalajara, encabezado por Enrique Alfaro, tiene la pauta y batuta de las decisiones políticas en todos los gobiernos municipales de MC en Jalisco. No es de otro modo: Los escenarios políticos y las variables que de ahí surjan deben ser calculadas con el menor margen de error posible y los gobiernos naranjas deben mostrar la mayor coordinación entre quien aspira al mayor cargo político en el Estado y la materialización de las aspiraciones políticas de varios de los que encabezan los gobiernos municipales para conseguir la reelección o el ascenso a diputaciones de carácter federal y local.
El Gobierno Corporativo puede radicar a favor de los gobiernos municipales del Estado en el sentido de conseguir una coordinación fiscal y administrativa eficiente entre los órganos que constituyen el poder público. Del mismo modo es conocido que las decisiones políticas definidas por un grupúsculo de actores políticos pueden, bien o mal, lograr resultados homogéneos en contrario a las multi decisiones de los actores municipales, así como alcanzar objetivos económicos que beneficien las haciendas municipales haciendo frente a los despilfarros que en los últimos años se ha materializado en un endeudamiento sin sentido en perjuicio de todos los ciudadanos. Se resalta: El modelo corporativo en la administración pública puede traer beneficios en el diseño de políticas públicas replicables con impacto sostenible en la economía de los municipios.
Ahora bien, el Gobierno Corporativo, que en nuestro caso concreto tiene residencia en Guadalajara, puede traer estrepitosos descalabros de otro tipo en Jalisco: Los retos de las administraciones municipales son distintos y en algunos casos completamente diversos a los del Gobierno de Guadalajara. En ese sentido, de llegarse a aplicar una política pública diseñada específicamente para la capital del Estado podría correrse el peligro de, en su replicación en los demás municipios, estribar en el completo fracaso. ¿Por qué? Porque las condiciones administrativas de cada Gobierno municipal obedecen a situaciones materiales diversas y cada una de éstas enfrenta retos diversos al Gobierno de la metrópoli: La asignación y obtención de recursos de Guadalajara no tiene comparación con los municipios que no tienen residencia en la Zona Metropolitana, así como las deudas y situación real que guardan las administraciones municipales.
Los retos, como se ha dicho, son diversos dependiendo de la administración municipal que se trate y la estrategia debe obligarse a aliviar las necesidades especificas en cada capo público. De nada servirá que en Guadalajara las políticas públicas implementadas sean un éxito si la replicación de las mismas en el interior del Estado son estériles.
Tiempo al tiempo. La renovación de las administraciones públicas se debió a dos factores principales: El liderazgo de Enrique Alfaro y el hartazgo hacia el PRI. Los retos son diversos y a cada problemática debe afrontársele de una forma quirúrgica para alcanzar su solución. No debe perderse de vista.