Opinión

Las tareas pendientes y los retos de la sexualidad de los jóvenes en Ocotlán

Decisiones.- En Ocotlán cada vez con mayor frecuencia los adolescentes y jóvenes tienen relaciones sexuales antes del matrimonio. Estas prácticas pueden llevar a infecciones de transmisión sexual y embarazos no planificados. De tal forma que se vuelve importante pensar ¿cómo se aborda el tema en la escuela, la casa, las instituciones de atención pública?

En algunas escuelas de Ocotlán se habla del aparato reproductor de las mujeres y de los hombres, se explica de métodos anticonceptivos y de infecciones de transmisión sexual. Lo cual por sí mismo no ha sido suficiente porque no han disminuido las cifras en cuanto a embarazos.

En algunas familias aún imperan restricciones para hablar de la sexualidad abiertamente. Otras familias hablan el tema pero aprobando el inicio y exploración sexual de los hombres y no el de las mujeres. No es raro encontrar a padres que le dicen a sus hijos varones “Hijo usted pruébele antes de quedarse con una sola mujer” o “Para cuándo hijo, yo a su edad ya me había estrenado con varias pollitas”, mientras que a las mujeres se les dice “Cuida tu tesoro” “Nomás que salgas embarazada o con algo y te me vas de la casa”, estas pláticas están cargadas de machismos y tabús. En otras pocas familias se encara el tema de manera abierta a la escucha, sensible a las inquietudes y cuestionamientos de los hijos, informada, respetuosa y cercana.

Además, diversos actores encargados de elaborar programas de intervención, talleres o políticas públicas, lo primero que piensan es que hay que brindarle información a los adolescentes y jóvenes acerca de cómo protegerse.  Pero los jóvenes que han nacido en la era de la información, donde todo puede ser buscado en Google, Wikipedia o en cualquier sitio de Internet ¿en verdad necesitan información sobre sexualidad? ¿qué tipo de información necesitan? ¿la información es lo único que requieren?

Puede ser que efectivamente en generaciones atrás la información fuera una necesidad, muchas mujeres se casaban sin siquiera saber que era lo que “pasaría” la primera noche de bodas. Ahora las telenovelas, las películas, los anuncios publicitarios y muchos medios más están llenos de escenas que incorporan sexo explícito o implícito. Hay una proliferación de información sobre sexualidad, pero de una sexualidad de contextos norteamericanos.  Esta gran cantidad de información requiere hablar con mayor claridad y sensibilidad el tema por parte de las escuelas, los psicólogos y los padres.

Por ejemplo, es cada vez más necesario hablar de las emociones que se presentan asociadas a la sexualidad. Los jóvenes necesitan conocer e identificar sus deseos, miedos, inseguridades, vergüenzas y confianzas en torno al tema de la sexualidad.  Justamente en un estudio realizado por mi en Ocotlán en 2015 encontré que una de las razones por las que los jóvenes no le piden a su pareja el uso del condón es por el miedo a que la pareja piense que se tiene experiencia sexual previa o que se les catalogue de puta/o  por cargar preservativos.

En ese mismo estudio encontré que el deseo de los jóvenes disminuye las posibilidades de pensar en la protección y planificación sexual, convirtiéndose en un factor de riesgo. Esto debido a que el deseo es tan incontrolable que evita la planificación consciente y minuciosa de los encuentros sexuales.

Los jóvenes de Ocotlán también expresan arrepentimiento sobre todo ligado al haber iniciado sexualmente sin amor, precipitadamente o cuando la relación de pareja no funcionó. También hay presencia de vergüenzas e inseguridades vinculadas a la imagen del cuerpo, al rendimiento sexual, a la hombría, que imposibilitan decir “no”. ¿No será necesario mostrar estas historias y vivencias a los jóvenes para que vean otras caras del tema?

En vista de esto, deberíamos pensar que ¿qué tareas quedan aún pendientes en Ocotlán para las escuelas, las familias, los sistemas de salud? ¿cómo se pudiera hacer para hablar de la sexualidad de otras maneras? Unas maneras que sean cercanas a las necesidades, conflictos y obstáculos reales que los jóvenes se enfrentan y que les dificultan el uso de preservativo.

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Karla Alejandra Contreras

Estudiante del Doctorado en Ciencias Sociales en CIESAS-Occidente. Maestra en Psicología Social por la Universidad Católica del Norte, Chile. Es profesora en el Centro Universitario de la Ciénega (CUCI) de la Universidad de Guadalajara (U. de G). Investiga y reflexiona sobre temas de género, sexualidades, maternidades y juventudes.

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