Decisiones.- El Partido Acción Nacional (PAN) en Jalisco vive una disfrazada calma, particularmente después de que dejó de ser oposición a los gobiernos de Movimiento Ciudadano (MC), pues esto implicaría desgastar la imagen ante la opinión pública de quienes serán sus próximos socios electorales.
La controvertida creación del “Frente Ciudadano” entre PAN, PRD y MC aquí en Jalisco -al igual como a nivel nacional- ya se determinó. No es solamente un acto de inconsistencia política y doctrinaria sino un mezquino trato que pone en evidencia el enorme apetito que existe en el sector albiazul que avala esta “rara fusión”.
Y es que no se trata simplemente de mezclar agua y aceite, significa colocar de rodillas a un partido que desde su creación en el año de 1939 ganó gradualmente la confianza de la sociedad mexicana argumentando la doctrina humanista, solidaria y subsidiaria surgida de una autentica oposición a un régimen autoritario, como al que ahora se alían o más bien se entregan.
Electoralmente en Jalisco el PAN es poco lo que le puede abonar en este momento a MC que incluso desdeña a los albiazules de tal manera que desde la dirigencia nacional de ambos partidos se presiona para que esta entidad sea parte de este Frente y así le abone los votos a éste que dicho sea de paso el menos idóneo para representarlo sería su promotor Ricardo Anaya tras el desgaste político que hasta el momento le ha arrojado tal proyecto.
Al concretarse localmente el Frente, la operatividad de la campaña la tendrá el partido naranja y solo repartirá, de llegar a ganar la gubernatura y algunas alcaldías, algunos puestos públicos, pero el gobierno se ejercería en base a criterios ajenos al ideario y legado político de Efraín González Luna, Manuel Gómez Morín, Adolfo Christlieb Ibarrola entre otros autores de la gran herencia a la democracia y el bien común de la nación que así, ahora varios de sus descendientes dilapidan buscando.
Desde hace unos días, ya se autorizó en la Comisión Permanente del Consejo Estatal del PAN el método de designación por medio de este órgano de candidatos a gobernador, diputados locales y munícipe y a la vez la integración del Frente por medio de mesas que previamente cabildearán la alianza con los comités municipales para obtener la aprobación de la mayoría de ellos.
Si bien es cierto que los frentes o coaliciones vienen a fortalecer proyectos políticos comunes, no se puede hablar en este caso de comunión cuando las candidaturas a alcalde y gobernador estarán a cargo de militantes de MC quienes en su desempeño reciente han mostrado como gobernantes un evidente alejamiento de la sociedad y el incumplimiento de las expectativas ciudadanas.
Igualmente es válido dejar un partido político e integrarse a otro, como hicieron algunos panistas abiertamente desde hace tres o seis años y a quienes se les debe reconocer su valor y honestidad de hacerlo públicamente, contrario a quienes discretamente desde entonces han hecho proselitismo político anaranjado vestidos de color azul y ahora en 2018 buscan formalizar tal deslealtad.
Sin embargo, tal frente se antoja a nivel nacional como un pacto para sumar debilidades y con ello enfrentar a un priismo que está dispuesto a dar pelea electoral en el 2018 y una inminente izquierda que avanza en forma avasallante y aquí en Jalisco se antoja como el único medio de sobrevivencia laboral para los panistas que fervientemente lo avalan.
